¿Alguna vez te han enterrado hasta el eje en el barro? Por suerte teníamos el equipo adecuado para salir.
Uno a la vez, nos acercamos a una pendiente cubierta de sombra y nieve. Nos alineamos y damos lo mejor de nosotros. La serie 79 tuvo éxito, con mucha velocidad y la ruta correcta para arrastrarse por la nieve y saltar sobre los lodazales.
Luego, fue el turno de la serie 78. Hasta aquí todo bien, entonces, el neumático trasero se desliza en una zanja, se hunde en el barro como si estuviera en el agua. No hay posibilidad de ir a ninguna parte, así que sacamos los casilleros diferenciales, pero solo cavaron más profundo. Ningún árbol al alcance del cabrestante y no teníamos ancla en tierra. Es hora de sacar la pala DMOS y ensuciarse. Después de cavar un poco, deslizamos un MaxTrax debajo del volante.
Unos cuantos intentos y mucha ropa embarrada después, el 78 queda libre. Es hora de subir la colina. Elegimos un camino diferente y pisamos el acelerador a fondo. Saltando sobre la hierba mojada y desgarrando la nieve, el 78 lo recupera.
Aunque el equipo de recuperación puede ocupar mucho espacio y costar una buena cantidad de dinero, me hace pensar, ¿qué habríamos hecho si no tuviéramos nada de eso?
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